AMAR LA VIDA
Amar la vida es navegar por las profusas aguas
de la tristeza cotidiana, que atenaza, y, asi,
innegablemente, aferrarse fiero al último halo
de esperanza o sueño que aún persista intacto
en ese alma acuchillada por el tiempo inexorable.
Amar la vida es sonreir como premisa vital
cada mañana, cada tarde cada noche, y ver
más allá de las heridas, mirar dentro de cada
ser, que se cruce en el camino, su belleza y
no la maldad que abergue en sus adentros,
pues todos fuimos constructores
del cielo y del Averno.
Paco José González
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