NADA
Parte I
Saber certeramente la verdad.
La incontestable verdad hiriente.
Ni páramos umbríos,
ni ciénagas terribles,
ni cárceles del alma,
ni sangre por lo amado:
¡NADA!.
Parte II
Sólo el dolor ahuyenta al hombre
de buscar el olvido inexorable.
Dolor como arma de la vida,
animal escaramuza,
en pos de lo perpetuo:
¡NADA!.
Parte III
Surcamos mares de quimera enmohecidas
con una ilusión impuesta... implantada.
Deambulamos por caminos circulares
y calles con un muro por salida:
¡NADA!.
Parte IV
Ya, ni lloro ni sonrío,
murió en mí la carcajada,
ni por dentro ni por fuera quedan lágrimas.
solo una pesadumbre
desde la sien hasta mis pisadas:
NADA.
Paco José González
Quizás la verdad sea una dama vestida y descubrir su ser, se confunda con sus ropajes primero con su desnudez después, pero su esencia sea siempre inalcanzable .
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