NO ENTIENDE MI ALMA NI MI PECHO
Araño, enloquecido, un muro de cristal
Y mis uñas son espuelas que me clavo,
La sangre de mis manos son mis sueños
Y soñar es saber que me desángro.
¿Cuántas muertes se tejen si respiras?.
¿Cuánto odio nos cabe en un suspiro?.
¿Cuánto?... mejor digamos: ¿Cuándo?
Enciendo pesadillas, son luces de otro faro.
A la mar reclamo su violencia
de olas rabiosas , que me cubran,
naufragio que ya fue crepúsculo
en todas las orillas de mi espanto,
desesperado como la verdad,
como documentos extraviados,
amortajados como cartas
que mueren de un disparo.
¿Sollozar?, no imploraré jamás,
no entiende mi alma ni mi pecho
de reencuentros ni perdones impostádos.
He vuelto al mundo inexistente
Y aúllo como un gato en un tejado,
condenado a lunas de neón,
carentes de añoranza y de misterio,
"tan libre"…para siempre,
como el surco y el arado.
Paco José González
No hay comentarios:
Publicar un comentario